En el Iris de Paz del mes del 11 de julio de 1920 el P. Juan Postíus escribía un artículo sobre “El retrato físico del V. P. Claret”; en él dividía los retratos conocidos hasta el momento en seis familias, según el origen de la imaginería claretiana conocida hasta entonces. Se valió en aquel momento de un álbum de retratos coleccionados en 1916 por los Padres Jaime Mas y Pedro Bertrans, con la valiosa ayuda del fotógrafo Valle, de Vic.
El origen de los retratos del P. Claret ya entonces era muy variado y de valor desigual. Los más valioso sin dudas son los que proceden de fotografías contemporáneas, mejor o peor conservadas. De entre ellas cabe destacar las del fotógrafo francés Jean Laurent, cuyas fotos claretianas coloca el P. Postíus entre las de la segunda familia, una familia que el P. Isaac Roure, gran pintor claretiano, llamaba del “tipo Marqués del Arco”, porque era la que más le satisfacía a éste. En dicha familia incluye el P. Postíus algunos dibujos y cuadros al óleo, todos ellos inspirados en las fotos de Laurent. Entre los cuadros podemos destacar el conocido de Rafael Benjumea “Bautizo del Príncipe Alfonso”.
Pero veamos quién era este fotógrafo. Jean Laurent fue uno de los fotógrafos más importantes de la España de la segunda mitad del siglo XIX, junto con Clifford. Nació en Francia, en Garchizy, Nevers, el año 1816. Le pusieron el nombre de “Jean”, aunque él siempre firmaba como “J. Laurent”. Se inició en el oficio fotográfico en París. En 1843 empezó a residir en Madrid. Hasta finales de 1855 trabajó como “cartonero”, en su propia fábrica de cajas de cartón de lujo y papeles jaspeados. En 1856 alquiló el local del que sería su estudio fotográfico permanente, en la calle Carrera de San Jerónimo 39. Entre 1861 y 1868 utilizó el título de : “Fotógrafo de S. M. la Reina”. Desde 1861 publicó unos 20 catálogos de fotografías. Utilizaba un pequeño carro laboratorio fotográfico ambulante. Tuvo varios ayudantes y asociados. El más importante fue su yerno Alfonso Roswag, que falleció en 1899. No se sabe con exactitud el año de su muerte, aunque se sabe que en 1882 aún vivía. Las fotografías de Laurent han ilustrado multitud de publicaciones. En sus fotografías, de gran calidad técnica, resalta la falta de interés por las personas, dada la utilización que tenían, ya que eran imágenes destinadas a formar colecciones de monumentos y vistas para la venta.
De este fotógrafo se conocen dos fotos del P. Claret, una de 1860, de la que existían muchos originales y varias reproducciones. Así la describía el P. Retes: “Está en ella nuestro Venerable de pie, de frente y de rigurosa etiqueta con sus cruces y bandas. Por su expresión dulce y tranquila me gusta más que la anterior (tipo Madrazo)“. De hecho, Sor Felipa, hermana de la Caridad que acompañó al P. Claret en su viaje a Canarias, decía a sus 94 años que esta era el retrato que más se le parecía. Reproducimos la foto original.
Otra foto de Laurent conocida es la reproducida por Mansilla en San Sebastián y por Valle en Vic en 1916. Es de busto. Se sacaron, como del anterior, muchos grabados. Ocupaba un lugar importante entre los parecidos a juicio del cocinero del santo. Aquí reproducimos uno de los grabados.
Para terminar, quiero dejar aquí constancia de que a pesar de fotos como estas, parece cierto que al P. Claret no le agradaba mucho verse retratado. Contaba D. Paladio P. Curríus, su mayordomo, en su proceso de beatificación: “Cuando en Barcelona le engañaron para retratarse (ignoro si sabía él que le retrataban) le envió el fotógrafo después de algún tiempo un retrato de cuerpo entero con marco dorado, de cinco palmos de alto por su correspondiente ancho. Cuando este retrato llegó a Madrid, yo mismo lo recibí, y al presentarlo apenas lo vio, volvió la espalda con prontitud y con aire severo me dijo: “Quite usted eso de aquí; ya me tengo por visto”. Preguntéle qué quería que se hiciese del cuadro. Respondió con la misma severidad: “No lo quiero en casa”. Viendo yo este su enfado y decisión, consulté con D. Dionisio (González) y le llevamos al Escorial“. No obstante años después pagaba a los PP. Mercedarios su hospedaje en Roma con motivo de su participación en el Concilio Vaticano I con un retrato.
Vicente Sanz cmf.