PEDRO GRAU

PEDRO GRAU

Su comarca natal es la planicie de Vic por donde el siglo pasado discurrieron las vidas de Balmes, de Claret y de Verdaguer, nada más y nada menos. Nació en San Jaime de Viladróver el 2 de febrero de 1903. De sólo nueve y medio ingresó en el seminario claretiano de Vic, ciudad ésta muy ligada a la Congregación de Hijos del Corazón de María, ya que en ella fue fundada el 16 de julio de 1849 y en ella reposan y reciben veneración los restos de San Antonio María Claret. Profesó como religioso claretiano el 15 de agosto de 1918 y cursó filosofía y teología en la Universidad de Cervera, ilustrada entonces por la sabiduría y la virtud y hoy huérfana de sus antiguos moradores, expulsados y asesinados durante la sangrienta y ya olvidada revolución roja de 1936. El 29 de mayo de 1926, de sólo ventitrés años y cuatro meses, recibió la sagrada unción sacerdotal.

Fue luego destinado como profesor del Colegio de Gracia —Barcelona— de las más antiguas y notables experiencias pedagógicas de los claretianos y allí fue además director de la escolanía del santuario como fino cultivador de la música.

Un día recibe y acepta generoso el destino a las misiones del Chocó, Colombia, y hacia allçi embarca el 9 de septiembre de 1930, despedido con cariño por sus discípulos y escolanes del coro que fueron hasta las escaleras del vapor Magallanes a decirle adiós y buen viaje.

Ocho años en Quibdó

Al arribar a Colombia, en donde los hijos del Padre Claret sostienen una diversidad de ministerios, pudo el P. Grau, en atención a sus talentos, capacidades y preparación, aspirar a un destino que favoreciera el despliegue de sus habilidades como profesor, escritor o compositor musical, que lo es y por cierto fino y delicado.

Su primer puesto de trabajo le fue señalado en Quibdó como ecónomo local y desde 1932 como consultor y ministro de la Viceprovincia del Chocó, Fue también del 35 al 38 superior y párroco de Quibdó. Supo en años de la vida andariega y navegadora, de los soles y aguaceros soporta. dos en la canoa, de las noches en los ranchos ribereños.

Educador, escritor. Superior

En 1942 pasa a Bogotá como director de la entonces muy leída revista “El Voto Nacional” en donde lució su pluma castiza, sobria, saturada de doctrina y al mismo tiempo cultiva y despliega sus conocimientos y señorío de .la música como organista del templo votivo.

Formado en la escuela espiritual y apostólica del Padre Claret, que fue un convencido propagandista de la hoja volandera, planea entonces e inicia la publicación de la hoja dominical “El Día del Señor” que en sus buenos alcanzó la tirada de cien mil ejemplares. En 1941 es nombrado consultor de la provincia colombiana,

De 1945 a 1947 vuelve a Zipaquirá como Superior del entonces seminario y en el desempeño de tal cargo lo sorprende el nombramiento de Superior Provincial de los Claretianos en Colombia y Venezuela para el período de 1947 a 1952. Fue en esos días cuando le tocó gestionar el establecimiento de los Hijos del Corazón de María en la ciudad de Cali, en donde la comunidad ha gozado de visible florecimiento,

Obispo Titular de Pella y Vicario de Quibdó

Decretada por la Santa Sede la desmembración de la Prefectura Apostólica del Chocó para constituir los Vicariatos Apostólicos de Istmina y Quibdó, la Santidad de Pío XII, según noticia publicada en 1’Osservatore Romano el 12 de abril de 1953, se dignó elevar a la dignidad de Obispo titular de Pella y Vicario Apostólico de Quibdó al Rvmo. Padre Pedro Grau Arola, C. M. F. Su consagración episcopal se realiza el 31 de mayo de 1953 en el templo del Voto Nacional de Bogotá, condecorado entonces con el grandioso altar al Sagrado Corazón de Jesús, obra del sacerdote y artista español Félix Granda.

El 21 de junio de 1958 tomaba posesión del Vicariato en donde permaneció trabajando con ejemplar entrega hasta el 21 de agosto de 1983 en que se posesionaba su digno sucesor Mons. Jorge Iván Castaño Rubio.

La Catedral

Entre todas las edificaciones (civiles y eclesiásticas) del Chocó, sobresale la Catedral de Quibdó, por su arte y grandiosidad. Fue iniciada por Mons. Francisco Sanz, tercer Prefecto Apostólico del Chocó, y Mons. José María Preciado, Vicario Apostólico del Darién (Panamá) bendijo la primera piedra el 13 de mayo de 1945. Pero prácticamente su construcción se debe a Mons. Pedro Grau. Sólo Dios conoce las angustias y esfuerzos de toda índole, que supone una obra tan gigantesca en la que invirtió íntegramente hasta los dineros que le correspondían a él, por herencia de sus familiares.

Seminario Menor

El 7 de abril de 1957, Mons. Paolo Bértoli, Nuncio Apostólico en Colombia, bendijo solemnemente la primera piedra para la construcción del Seminario en el Carmen de Atrato. Y el 15 de agosto de 1960 fue inaugurado oficialmente por Mons. Grau, con el título de Seminario del Corazón de María y de San Antonio María Claret. Desde entonces ha ido produciendo frutos lozanos.

El último servicio de Monseñor Grau al Vicariato fue la adquisición de un hospedaje para los sacerdotes del mismo en edificio construido al lateral del templo de Jesús Nazareno, calle Moore de por medio. Deseoso; de continuar su labor misionera Mons. Pedro Grau se ofreció para colaborar con Mons. Alfonso M. Sánchez en la evangelización de la Prelatura del Alto Sinú.

Su generosidad imponderable lo llevó a consagrar el resto de sus días a la Iglesia en Colombia, y renunciando una vez más a su patria y al descanso, se propuso ofrecer sus servicios pastorales a un territorio necesitado de apóstoles celosos.