ABRIL

09

1845 Concluye sus Ejercicios, en Mataró, y repite los propósitos del año anterior.

1861 El obispo Alameda va a El Escorial para fundar un convento de concepcionistas, dejando a sor Patrocinio como abadesa. Claret se abstiene de ir.

1867 En confidencia a la M. París le manifiesta que tiene vivas ansias de ir al cielo, y concluir el camino de penas y disgustos por el que Dios le va llevando.

NUEVA EXPANSIÓN (1922-1934)

EL TEMPLO VOTIVO INTERNACIONAL DE ROMA

El 15 de julio de 1925 dieron inicio en Roma – en la barriada de Parioli- los trabajos del Templo Votivo Internacional. La idea de este grandioso monumento  se  debió al papa Pío XI, quien deseando que el Corazón de María tuviera en la Ciudad Eterna  un  Templo  digno  de  la capital del orbe católico, la confió a los hijos del P. Claret. Hubo enormes dificultades, ya que al terreno, debido a las infiltraciones de agua del río Tíber, le faltaba consistencia para sostener la inmensa mole; pero el interés de los Papas mantuvo el proyecto. El 7 de diciembre de 1952 se inauguraba finalmente el Templo con la presencia del cardenal Clemente Micara. Se hacía realidad el sueño de 28 años, desde aquel lejano 1 de junio de 1924 en que se colocaba la primera piedra. Desde entonces es – en Parioli y para toda Roma- un reclamo de la presencia de los Misioneros Claretianos. El título de la Basílica y de la Congregación da nombre a la calle: Via del Sacro Cuore di Maria.

ISABEL II

Reina de España (1830-1904)

Madrid (España). Hija primogénita de Fernando VII y de su cuarta esposa, María Cristina. Proclamada Reina de Españaen 1833. Debido a su corta edad fueron Regentes del Reino su madre primero y el General Espartero después. La Cortes proclamaron su mayoría de edad en 1843, cuando contaba 13 años. En 1846 contrajo matrimonio con su primo Francisco de Asís Borbón. De su matrimonio nacieron diez hijos. Su reinado se caracterizó por las luchas e intrigas entre moderados y progresistas. Hubo numerosas revueltas que desembocaron en la revolución de septiembre de 1868, que destronó a la Reina y la obligó a refugiarse en Francia. En este destierro la acompañó, entre otros, Claret, su confesor, al que tuvo un gran aprecio. Su testimonio escrito sobre el Santo es muy hermoso. Murió en París. Claret ejerció el ministerio de Confesor de la Reina de 1857 a 1868. El Rey tenía también su propio Confesor y ambos un obispo capellán que les celebraba la Eucaristía.

Los frutos de la mortificación

Hallándome en Segovia en el año de 1859, día 4 de septiembre, a las cuatro y veinticinco   de la madrugada, enque me hallaba en la meditación, me dijo  Jesucristo: La mortificación en la comida y bebida has de enseñar a los Misioneros, Antonio. Y la Santísima Virgen, a los pocos minutos después, me dijo: Así harás fruto, Antonio (Aut 406). El hombre vil, débil, menguado y cobarde nunca hace sacrificio alguno, ni es capaz de hacerle, porque no resiste a ningún antojo o apetito de la concupiscencia. Todo lo que la concupiscencia le pide, si está en su mano conceder o negar, nada niega a su pasión, porque es un cobarde y vil, y se deja vencer y se rinde. A la manera de dos que pelean, que el valiente vence al cobarde, así el vicio y el vicioso, el vicio vence al vicioso,éste queda vencido y aprisionado por el mismo vicio. Por esto, la continencia y castidad es tan alabada, porque La Granja de San Ildefonso (Segovia) el hombre se abstiene de los placeres y deleites que le ofrecen la naturaleza o la pasión (Aut 417).

PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL

 

  • ¿Tienes autodisciplina o estás en manos de tu vaivén emotivo?
  • ¿Eres quejicoso en lo que respecta a la comida, la salud, el tiempo, el modo de ser los demás, ?
  • ¿Cómo aplicas la autodisciplina en tu vida afectivo-sexual?

En la actualidad, no son muchos los claretianos que ayunan regularmente. Frente a ello, otras muchas personas ayunan hoy por motivos de estética, salud, solidaridad, protesta…

  • ¿Existe algún motivo superior para ayunar? ¿Cómo se pueden controlar los deseos, antojos y caprichos? ¿Basta elvoluntarismo?

“Queremos hacer posible que todos y cada uno de los claretianos, en cuanto personas, se inserten con todos sus valores y su responsabilidad en la misión de nuestra comunidad, y logren así un mayor crecimiento personal” (CPR 50).