ENERO

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1846. La Santa Sede responde afirmativamente a la petición de facultades extraordinarias hecha por Claret en favor de sus colaboradores en la tarea misionera.

1863. Concluye Ejercicios a señoras en la iglesia de Montserrat (Madrid).

1868. Me sentí muy movido para predicar y enseñar a rezar el Santísimo Rosario.

CONSTITUCIÓN DEL INSTITUTO (1858-1870)

 

Aprobación civil y canónica

 

La solicitud de la aprobación civil del Instituto fue presentada por el Fundador a últimos de 1857, cuando aún vivía el P. Sala y teniendo la Reglas ya impresas. Aunque el P. Claret no estaba convencido de la oportunidad de dicha solicitud, ya que podía resultar contraproducente en aquel ambiente político tan anticlerical, condescendió con el deseo de los Misioneros. El 9 de julio de 1859 llegó la anhelada aprobación; con lo que la Congregación lograba, para sus actuaciones y representación, firmeza y prestigio, y tenía base legal para la ejecución de las empresas que el P. Xifré acariciaba.

El 3 de abril de 1859 el P. Claret solicitó a la Santa Sede la aprobación de las Reglas y del Instituto. La aprobación canónica provisional se logró con el Decretum Laudis del 19 de octubre de 1860. Pío IX dio la aprobación definitiva del Instituto al aprobar las Constituciones ad experimentum el 22 de diciembre de 1865. La aprobación definitiva, en cambio, llegó, cinco años antes de lo previsto, en 1870. El P. Xifré intentó la implantación de los Votos Solemnes, pero no le fue concedida.

Salvador Alfageme, CMF

Misionero en China (1891-1970)

Valladolid (España). Perteneció al primer noviciado de la Provincia Bética. Fue primero formador en el teologado de Zafra y luego misionero en China (1933-1951). Formaba parte, como director, del primer grupo destinado a China después de los pioneros PP. Anastasio Rojas y José Fogued. Fue el que se encargó de comentar las impresiones del viaje al P. Juan Postius, que iría publicándolas en Anales. Así lo describía el P. Casado en carta desde China: Es individuo de muchas prendas: todo un hijo del Corazón de María. El 27 de abril de 1949 salía de Tunki el P. Alfageme, casi ciego, y seis jóvenes, con un aspirante chino y tres Hermanas Claretianas. El 7 de junio llegaban a Shanghai después de innumerables aventuras. El 9 de octubre pudieron finalmente salir el P. Alfageme y los demás de Shanghai hacia Hong Kong, todos menos el aspirante chino al que impidieron la salida. Partiría pronto hacia Roma y España. Falleció el 9 de enero en Zafra.

Fiel a la gracia

 

Mientras estaba yo en estos santos pensamientos ocupado con grande placer de mi corazón, de repente me vino una tentación, la más terrible y blasfema, contra María Santísima. Esta sí que fue pena, la mayor que he sufrido en mi vida… Me confesaba, pero, como era tan jovencito, yo no me sabría explicar bien, y el confesor desechaba lo que yo le decía, no le daba importancia, y yo quedaba con la misma pena que antes… Duró esta tentación hasta que el Señor se dignó por sí mismo remediarme (Aut 51).

Después tuve otra contra mi buena Madre, que me quería mucho, y yo también a ella. Me vino un odio, una aversión contra ella muy grande, y yo, para vencer aquella tentación, me esmeraba en tratarla con mucho cariño y humildad. Y me acuerdo que cuando me fui a confesar, al dar cuenta a mi Director de la tentación que sufría y de lo que hacía para vencerla y superarla, me preguntó: – ¿Quién te ha dicho que practicases estas cosas? Yo le contesté: – Nadie, Señor. Entonces me dijo: – Dios es quien te enseña, hijo; adelante, sé fiel a la gracia (Aut 52).

PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL

 

  • ¿Qué papel ha ocupado la mujer en tu vida?
  • ¿Te ha enriquecido o ha creado dificultad en tu vocación?
  • No olvides que la gracia de Dios te ayudará siempre a ser fiel a la llamada de Dios.
  • Puedes leer las “Tentaciones de los agentes pastorales” que el Papa Francisco escribió en Evangelium Gaudium, 76-109.

“De tal manera se dibuja la figura del Amado y tan conjunto y vivamente
se retrata cuando hay unión de amor, que es verdad decir
que el Amado vive en el amante y el amante en el Amado”

(S. Juan de la Cruz, Cántico Espiritual, XII. 7).