Recuerdos Claretianos

En esta sección queremos ampliar nuestro conocimiento sobre el P. Fundador a partir de breves narraciones sobre hechos o aspectos poco o insuficientemente conocidos pero que pueden completar la visión general que todos tenemos de una persona con tantos matices interesantes como es San Antonio María Claret. Quedamos todos invitados a enriquecer generosamente este apartado.

Claret, doctor populi

Claret, a través de su interés tan particular por la palabra escrita, nos invita a todos a ser “doctores del pueblo” a través de nuestros escritos, profundos o sencillos, voluminosos o en hojas perecederas, teológicos o sociales, en papel o a través de las ondas, manuales o digitales.

Cartas de Ignacio Betriu a la Hermana Rosa de San Elías Carmelita Descalza

Las cartas de Ignacio Betriu tienen un gran interés por haber sido escritas por un espectador de primera fila como fue él, y alguna de ellas de gran intensidad dramática como la que narra el atentado de Holguín.

Dibujo del P. Claret al P. Torrent

Todos hemos oído comentar de las cualidades artísticas del P. Claret, particularmente en lo que se refiere al dibujo. Pero pocas veces hemos tenido la oportunidad de contemplar unretrato hecho a mano por él.

El Cristo de Salvador Páramo

Pocos saben que ese Cristo lo hizo esculpir San Antonio María Claret cuando era Rector de la iglesia-hospital de Montserrat, situados ambos en la Plaza de Antón Martín de Madrid. Pero vayamos despacio.

El Ferrocarril

El día 3 de noviembre de 1859 el P. Claret escribía a D. Dionisio González: “Aquí va ese librito que acabo de componer a fin de que se divierta un poco”. Se refería a “Los Viajeros del Ferrocarril”. Creo que nunca se nos ha ocurrido pensar que el P. Claret pudiera haber escrito un libro para divertir.

Claret Presidente de El Escorial

El decreto oficial de su nombramiento como Presidente llegaría el 5 de agosto de 1859. En aquel nombramiento se le indicaban los proyectos en los que debía centrarse: la reparación material del edificio, la creación de una Corporación de Eclesiásticos o Capellanes para la restauración espiritual del monasterio y un colegio de primera y segunda enseñanza.

Furor por la musica

El año 1861 el P. Claret publicaba en la Imprenta Aguado de Madrid un libro titulado “Arte de Canto Eclesiástico, para uso de los seminarios”. Se trataba de una más de las múltiples iniciativas que el P. Claret, entonces presidente del Monasterio de El Escorial desde 1859, echaba a andar por propia iniciativa.

El cocinero Vasco del P. Claret

Simón de la Pedrosa conoció al P. Claret desde una perspectiva nueva que sirve para acercarnos a aspectos muy humanos desde la visión de un cocinero, vasco, por cierto, que no es mal gusto. Un buen modo de ir definiendo un poco más el perfil de un gran santo del siglo XIX.

Claret, un hombre

Ante la nítida luz de su Autobiografía estos testimonios personales no escritos por él son simples destellos superficiales, quizá hasta parciales, tamizados por la distancia y el cariño, pero que también ayudan a describir la atractiva humanidad de un santo como Claret.

Estampas catequistas

En diciembre de 1848 el P. Claret publicaba finalmente su Catecismo Explicado, en el que incluía 46 láminas representando los principales misterios de la fe cristiana.

El P. Claret fotografiado por Laurent

Está en ella nuestro Venerable de pie, de frente y de rigurosa etiqueta con sus cruces y bandas. Por su expresión dulce y tranquila me gusta más que la anterior (tipo Madrazo).

La imprenta Aguado

D. Eusebio Aguado era un famoso impresor de Cámara de la Real Casa cuya imprenta-librería estaba situada en la calle Pontejos 8, muy cerca de la Puerta del Sol de Madrid.

Claret y D. Lorenzo Arrazola

El primer contacto que tuvo el P. Claret con D. Lorenzo Arrazola fue del todo formal, ya que D. Lorenzo fue el Ministro de Gracia y Justicia, encargado por entonces de los asuntos eclesiásticos, que le notificó en carta del 4 de agosto de 1849 su nombramiento como arzobispo de Santiago de Cuba.

El primer Colegio Claretiano

El día 8 de agosto de 1861, a instancias del P. Claret y de todo el Consejo de Instrucción Pública, se emitía una real orden autorizando la instalación en El Escorial y su incorporación a uno de los institutos de Madrid de un Colegio privado de segunda enseñanza, bajo la dirección técnica de D. Dionisio González de Mendoza, y con sujeción al reglamento interior que se aprobaba.

El P. Claret en Ciudadela

En el retablo San Antonio Mª Claret va vestido de morado episcopal, con un bastón en la mano, en actitud de proclamar la Palabra que lleva al camino de la vida: “Quien come de este pan vivirá eternamente”

Claret visto por su capellán y confesor: Testimonio de D. Carmelo Sala

D. Carmelo Sala es la persona que más convivió con Claret y muy probablemente la que mejor le conoció; le profesó una admiración sin límites.