Pablo Vallier

VALLIER  ESCARTIN Pablo. Huesca, 2 de Marzo de 1833 – Valparaíso (Chile) 26 de Julio de 1895. Fundador en Chile de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de Maria (Misioneros Claretianos).

 

Siendo de 12 años comenzó sus estudios de filosofía en el Instituto Provincial de Huesca, recibiendo la Láurea a los 17 años. Ese mismo año, 1850, entró al seminario diocesano de Huesca logrando la Láurea en teología en 1855 y recibió la ordenación sacerdotal en 1857.

Por sus dotes y madurez fue nombrado para acompañar a los seminaristas diocesanos en su formación cuando sólo tenía 24 años. Buscando una mayor perfección para su espíritu entró al noviciado de la Orden dominicana, pero a los seis meses, en Enero de 1861, se retiró volviendo a su cargo de Director en el seminario de Huesca.

En 1865 tuvo contacto con el P. José Xifré, Superior General de los misioneros del Corazón de María y persistiendo en su deseo de una mayor perfección, pidió ser admitido en el noviciado de esa joven Congregación. Terminado el noviciado fue el mismo nombrado Maestro de novicios. En 1868 por causa de la revolución septembrina tuvo que marchar a Francia con sus novicios siguiendo las huellas del fundador de la Congregación el Arzobispo Claret, también desterrado.

Poco le duró el destierro porque en Diciembre de 1869 fue seleccionado para formar el primer grupo que marcharía a América a establecer la Congregación y él fue el señalado para encabezar ese grupo de seis misioneros como Superior del mismo y por tanto responsable de esa lejana fundación ya que sería en Santiago de Chile.

Llegó con sus misioneros a Santiago de Chile el 20 de enero de 1870 y aquí comenzó el tiempo más valioso de su vida, ya que en Chile pudo desarrollar toda su capacidad y conocimientos, puesto que tenía la autoridad suficiente, ya que su cargo era de Superior Provincial de Chile y América, además la lejanía con la dirección general de la Congregación le daba una mayor responsabilidad personal. En este primer período, 1870 a 1876, tuvo una meritoria actuación en servicio de la ciudad: en 1872 estuvo al frente de los que atendían en los lazaretos a los enfermos de viruela en la peste de ese año por lo que fue condecorado con medalla de oro por la Municipalidad de Santiago; además extendió la Congregación fundando en 1873 una nueva comunidad en la ciudad de La Serena a 500 kilómetros al norte de Santiago; en 1876 asistió por derecho propio al 4to. Capítulo General de la Congregación, celebrado en Gracia (Barcelona). De este Capítulo volvió a Chile con el título de Visitador, ya que la antigua Provincia canónica fue rebajada a Visitaduría canónica. Como Superior Mayor de los misioneros de Chile en carácter de Visitador estuvo  9 años, de 1876 a 1885. En este período fundó las comunidades de misioneros en Curicó, distante 200 kilómetros al sur de Santiago, y en el puerto Valparaíso a 120 kilómetros al poniente de Santiago; en 1877 en el gran terremoto y maremoto que asoló las costas del Pacífico sur, a petición del arzobispo de Santiago, mandó dos misioneros para acompañar a los que llevaban ayuda a los pueblos asolados al norte de Chile y el sur del Perú y Bolivia de la época; en 1880 fue nombrado capellán militar con asiento en el hospital de Iquique para atender los heridos de guerra en la lucha que Chile mantenía con Perú y Bolivia, aquí sufrió un atentado de envenenamiento cuyos efectos le acompañaron hasta su muerte. En 1885 fue llamado a España para estar al frente del seminario mayor de los misioneros que pasaba por una delicada situación; nuevamente fue destinado a Chile en 1888 como Superior, pero al año siguiente renunció. Durante los seis años que le restaron de vida fue decayendo en sus actividades hasta su muerte.

En Santiago, dada su prudencia, su profunda vida espiritual y sus conocimientos de ascética, fue consejero del Arzobispo Valdivieso en asuntos de gobierno y en el desarrollo y renovación de la vida religiosa, tanto masculina como femenina, en la Diócesis; D. Mariano Casanova, sucesor de Mons. Valdivieso, en 1892 le nombró miembro de la comisión organizadora del Sínodo de la Arquidiócesis de Santiago.

 

OBRAS DE-: Avisos Prácticos para las Superioras de la Congregación de la Providencia. Santiago 1900.

BIBL.: MEDARDO ALDUÁN, Vida del Siervo de Dios R. P.  Pablo Vallier Escartin, Santiago de Chile 1919. AGUSTÍN CABRÉ, El P. Pablo Vallier misionero de Vanguardia, Roma 1982. LORENZO CRISTOBAL, Crónica y Archivo, Compendio histórico de la Congregación de los Misioneros del Corazón de María en Chile 1870-1970, pgs.. 27 – 72 y 157 – 162, Santiago 1970. JOSE COMA, Valparaíso, 2 de Agosto, Anales de la Congregación, tomo V pgs 253 – 255, Madrid 1895.NICOLAS ALDUAN. Historia de la Congregación Misioneros Hijos del I. Corazón de María en Chile 1870-1945, tomo I (ined.) Santiago 1947. MARIO CALVO, Memoria, Los claretianos fallecidos en la Provincia de Chile los primeros 125 años, 1870-1995 , Julio 26 (ined.) Santiago 1995

                                            

Mario Calvo cmf.