MARZO

11

1854. Comienza misión en la iglesia de San Francisco, en Santiago de Cuba.

1856. Viaja de Holguín a Santiago, después del atentado, pasando por Naranjo (Cuba).

1863. Está predicando la novena a San José en la iglesia de Montserrat, (Madrid) comenzada el día anterior.

LA CONSOLIDACIÓN (1899-1906)

IX Capítulo General extraordinario

Del 24 de abril al 18 de mayo de 1904 se celebró en La Selva del Camp el IX Capítulo General extraordinario, en el que se decidió el traslado del Gobierno General a Aranda de Duero, y se consiguió para las Provincias tener su propio Escolasticado, creándose el Colegio Central (llamado Año de Aranda) para los que terminaban la carrera. Se crearon tres Vicarías Generalicias independientes: México, Chile y Argentina-Brasil, segregándolas de las Provincias de España, además de la Fernando Póo, que poco después sería elevada a Vicariato, siendo nombrado Vicario Apostólico el P. Armengol Coll, primer Obispo de la Congregación después del P. Claret. Los Organismos Mayores en estas fechas eran seis con sus respectivos superiores mayores: dos Provincias en España (Cataluña y Castilla, que en su día se habrían de desmembrar para formar una tercera) y cuatro Vicarías Generales o Cuasi-Provincias: la de Fernando Póo con el P. Armengol Coll, las de México y América del Norte con el P. Ramón Prat, la de Chile con el P. Tomás Sesé y la de Argentina-Brasil con el P. Zacarías Iglesias.

Atilio Parussini, CMF

Testigo de Mártires (1913-1938)

Rosario de Santa Fe (Argentina). Ingresó en el postulantado de Rosario cuando ya tenía casi organizado su ingreso al noviciado de los Franciscanos. Según el informe de su maestro de novicios, era obediente, sumiso, arraigado en la vocación, piadoso, formal, de memoria felicísima, talento aprovechado, habilidoso para los trabajos manuales y artísticos, franco, caritativo y aplicado. El año 1931 profesaba y el año 1936 era enviado a España, donde le sorprendió la revolución en el colegio de Barbastro. Allí tuvo que sufrir la persecución junto a sus hermanos mártires, salvando la vida después de 23 días gracias a su condición de extranjero, junto a su connacional Pablo Hall. En Barbastro presenció, y posteriormente testimonió, los ejemplos admirables de sus compañeros: Mis ojos lloraron amargamente y mis labios depositaron un ósculo en la frente de aquellos Mártires y mis manos estrecharon las suyas y nos despedimos. Escribió muchas cartas a claretianos y familiares de los mártires donde se manifestaban sus ansias de martirio.

Urgido por el amor al Padre

No, os lo repito. No es ningún fin terreno, es un fin más noble. El fin que me propongo es que Dios sea conocido, amado y servido de todos. ¡Oh quién tuviera todos los corazones de los hombres para amar con todos ellos a Dios! ¡Oh Dios mío! ¡No os conocen las gentes! ¡Oh si os conocieran! Seríais más amado… (Aut 202).

También me propongo el impedir los pecados que se cometen, las ofensas que se hacen a Dios. ¡Ay! ¡Aquel Dios que es amado de los serafines, servido de los ángeles, temido de las potestades y adorado de los principados, pues este Dios es ofendido de un vil gusano de la tierra, de un hombre! ¡Pasmaos, cielos, sobre esto!… (Aut 203).

 

Si vierais a vuestro padre que le dan de palos y cuchilladas, ¿no correríais a defenderle? ¿Y no sería un crimen el mirar con indiferencia a su padre en tal situación? ¿No sería yo el mayor criminal del mundo si no procurara impedir los ultrajes que hacen los hombres a Dios, que es mi Padre? ¡Ay, Padre mío! Yo os defenderé, aunque me haya de costar la vida… (Aut 204).

PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL

 

  • ¿Como Claret, el propósito de tu vida es que Dios sea conocido, amado servido y alabado?
  • ¿Eres consciente de que con tu labor evangelizadora colaboras para que se realice el plan de Dios Padre en la humanidad?
  • Lee y ora con el evangelio Lc 4,14-19.
  • Escribe una oración por los evangelizadores.

 

“La luz de la fe no disipa todas nuestras tinieblas,
sino que, como una lámpara, guía nuestros pasos en la noche,
y esto basta para caminar”

(Francisco, Lumen Fidei, 57).

1 2 3 4 5 6 7
8 9 10 11 12 13 14
15 16 17 18 19 20 21
22 23 24 25 26 27 28
29 30 31