FEBRERO

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1846. Comienza una misión, especialmente fructífera, en la Selva del Camp (Tarragona).

1858. Predica a una asociación masculina en la cripta de la iglesia de San Ginés (Madrid).

1860. Como cada domingo de cuaresma, dirige en la iglesia de Montserrat (Madrid) una función de la doctrina cristiana: recitación, exposición y respuesta a objeciones.

PRIMERA EXPANSIÓN (1870-1899)

La primera fundación en Portugal

Una de las casas adjudicadas en España a la Provincia de Castilla fue la de Ciudad Rodrigo (Salamanca), y de su trabajo pastoral había de partir la idea de fundar en Portugal, concretamente en Aldeia da Ponte, pequeño pueblo cercano a la frontera española. La fundación se hizo efectiva en mayo de 1898 por decisión del P. Xifré, si bien los primeros moradores fueron acompañados por el Superior Provincial, P. Isaac Burgos. A pesar de la dificultad de la lengua, los misioneros supieron adecuarse a la nueva realidad, ampliando pronto su actividad a una gran zona del país hasta que la situación política, a partir de 1901, sumió en grandes tribulaciones a la comunidad.

El P. Julián Butrón llegó en junio de 1900 a Aldeia da Ponte. La segunda misión que dio fue en Vila Cha de Cangueiros. Era el 24 de febrero de 1901. El 3 de marzo una pleuresía acababa con su joven vida, tenía 27 años. Pronto comenzó a ser venerado como santo en toda la comarca, siendo su sepulcro lugar de peregrinación.

Santa Paula Montal

Fundadora (1799-1889)

Arenys de Mar (Barcelona, España). Nació en el seno de una familia sencilla de artesanos. Se trataba de una familia numerosa y muy cristiana. Pasó su infancia y juventud en su villa natal, trabajando desde los 10 años y colaborando activamente en la pastoral catequética de la parroquia con las niñas y jóvenes. En 1829, a los 30 años, fundó la Congregación de Hijas de María, Religiosas de las Escuelas Pías, abriendo en Figueras (Gerona) una escuela para niñas. A la escuela de Figueras siguieron otras siete fundaciones personales. Murió en Olesa de Montserrat (Barcelona), el 26 de febrero de 1889. Aunque no consta que el P. Claret tuviera relación personal con la fundadora, a pesar de ser catalana, sí consta la influencia que tuvo, en vida de la fundadora, en el convento de Santa Isabel de Madrid, donde el P. Claret dio Ejercicios Espirituales a las religiosas todos los años que residió en el Hospital de Montserrat de la Plaza Antón Martín.

Pobre a imitación de Jesucristo

Como mi viaje a Roma no era por recreo, sino para trabajar y sufrir por Jesucristo, consideré que debía buscar el lugar más humilde, más pobre y en que más tuviese oportunidad de sufrir. Al efecto, pagué el flete de andar sobre cubierta y a la parte de la proa, que es el lugar más pobre y barato de la embarcación. Después de haberme retirado solo a rezar el Rosario y demás devociones, busqué un puesto para descansar un poco y no hallé otro más a propósito que un montón de cuerda enrollada, en que me senté, y descansé la cabeza sobre un cañón de artillería que estaba en la tronera del lado del buque (Aut 130).

Así pasé toda la noche hasta el amanecer, en que vino la lluvia y calmó la tempestad, y, si antes me había mojado con el agua del mar, después me mojé con el agua dulce de la lluvia. Todo mi equipaje consistía en una camisa, un par de medias, un pañuelo de sonarme, la navaja de afeitarme y un peine, el Breviario y la santa Biblia de un volumen muy pequeño. Todo esto lo llevaba siempre dentro de un pañuelo… (Aut 132).

PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL

 

  • ¿Cómo vives tu pobreza evangélica?
  • ¿Tu vida sencilla y austera expresa tu confianza en la providencia de Dios?
  • ¿Qué llevas en el “hatillo” de tus viajes misioneros?

“Se despojó de su rango” “Se abajó” “Tomó la condición de esclavo”…

  • ¿Esta actitud existencial va configurando tu ser y hacer misionero?

 

“Es, pues, Cristo, su pasión por el Reino
-el gran proyecto del Padre-
y su compasión por la humanidad, el centro integrador de nuestras vidas”

(Josep M. Abella Batlle, Testigos y mensajeros del Dios de la vida, 7).