ENERO

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1851. Al llegar al golfo de Damas, camino de Cuba, comienza la misión en el barco.

1864. Envía al nuncio seis catecismos españoles en orden a que haga seleccionar el mejor.

1869. Claret se entera, en París, de las calumnias sobre su supuesto robo de joyas de El Escorial. Indica a D. Dionisio González dónde las había guardado y le pide que las entregue pronto.

CONSTITUCIÓN DEL INSTITUTO (1858-1870)

 

La revolución de 1868

 

La revolución llamada la Gloriosa estalló en septiembre de 1868 y, además de conducir al destierro al Fundador mientras acompañaba a la Reina, afectó de forma trágica a nuestro Instituto. Las comunidades de Vic, Gracia y Segovia fueron dispersadas y la de Jaca dejó de existir de forma definitiva. Solo la casa de Huesca se mantuvo en pie gracias a la valiente resistencia del P. Hilario Brossosa. La casa de La Selva del Campo fue asaltada y en ella la Congregación tuvo su primer mártir, el P. Francisco Crusats. Varios misioneros abandonaron la Congregación mientras que el Gobierno la suprimía civilmente el 18 de octubre de 1868. La mayoría de los misioneros se refugiaron en casas particulares. El P. Xifré, amenazado de muerte, se escondió en pueblos cercanos a Vic. El desaliento cundió de forma general en el Instituto. El Fundador, desde el exilio en Francia, escribió dos cartas al P. Xifré, una, felicitándole por el martirio del P. Crusats y, la otra, exhortándole a confiar en Dios para salir fortalecidos de aquella fuerte tormenta.

Sor Patrocinio

La Monja de las Llagas (1809-1891)

San Clemente (Cuenca, España). Su nombre era María Rafaela Quiroga Cacopardo. Se la conocía también con el sobrenombre de la Monja de las Llagas. Fue una religiosa de la Orden de la Inmaculada Concepción, con una gran presencia en la vida social y política española durante la segunda mitad del siglo XIX, debido a la influencia que ejerció sobre la reina Isabel II y su esposo Francisco de Asís de Borbón. A partir de 1830 tuvo varias visiones místicas, quedando muchas de estas experiencias reflejadas en su cuerpo (las llagas). Sufrió un proceso judicial en 1835 por impostura y por apoyar la causa carlista. Su amistad con Isabel II le permitió restaurar conventos en los lugares reales, de ahí su coincidencia con Claret y las sátiras a las que les sometieron a ambos. En realidad, parece que sólo en una ocasión se encontraron personalmente. Marchó al exilio en Francia en 1868 regresando en 1874. Su proceso de beatificación comenzó en 1907.

La pasión por el arte textil

 

De cuantas cosas he estudiado y en cuantas me he aplicado durante la vida, de ninguna he entendido tanto como de la fabricación. Cabalmente en la casa en que trabajaba había los libros de muestras que cada año salían en París y Londres, y todos los años se los hacían venir para estar al corriente de cuanto se adelantaba. Dios me había dado tanta inteligencia en esto, que no tenía más que analizar la muestra cualquiera, que al instante trazaba el telar con todo su aparato, que daba el mismísimo resultado, y aun, si el dueño quería, se hacían mejores (Aut 58).

En un principio algo me costaba, pero con la aplicación de día y noche y de día de trabajo y de día de fiesta (en lo que era permitido, como estudiar, escribir y dibujar), salí aprovechado (Aut 59).

PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL

 

  • ¿Qué habilidades has ido desarrollando en tu vida?
  • ¿Las ves como oportunidades para tu apostolado misionero?
  • ¿En qué te felicitas? ¿Qué cosas se te dan bien?
  • Da gracias a Dios por los dones y talentos que te ha concedido.

“No, os lo repito. No es ningún fin terreno, es un fin más noble.
El fin que me propongo es que Dios
sea conocido, amado y servido de todos”

(Aut 202).