ENERO

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1858. Renuncia a recoger el acta de Senador del Reino, que le correspondería por ser metropolitano. Algunos le criticarán por considerar que perdía una oportunidad para hacer un gran bien a la nación.

1861. Acompaña a la Reina en una visita a la Virgen de Atocha (Madrid).

1868. Por estos días le visita el P. José Xifré. Claret le da, para la fundación de la comunidad de Jaca, todo el dinero de que en el momento dispone.

CONSTITUCIÓN DEL INSTITUTO (1858-1870)

 

Aprobación de las Constituciones

 

El origen de las Constituciones estuvo en unas primeras normas que el P. Fundador redactó en 1849 para la primera comunidad. De estas primeras Constituciones no se conserva ningún ejemplar. En 1857, recién instalado Claret en Madrid, para poder conseguir la aprobación civil de la Congregación, se dedicó con el P. Esteban Sala a actualizar las Constituciones, que son las primeras que hoy conocemos. En 1862 el Capítulo General, con la asistencia del Fundador, añadió un apéndice con 29 correcciones al texto anterior. En el texto de 1865 se mantuvieron el orden y la estructura y se añadieron los capítulos sobre la formación. El Capítulo dejó en manos del Fundador todas las modificaciones o nuevas disposiciones que Su Santidad o él mismo tuvieran a bien hacer o añadir. Este fue el texto aprobado por Pío IX el 22 de noviembre de ese año ad decennium per modum experimenti. El 1 de abril de 1866 entraban en vigor las nuevas Reglas, traducidas ya al castellano. La aprobación definitiva llegaría el 11 de febrero de 1870.

Francisco Gómez Marijuán, CMF

Primer Obispo de Santa Isabel (1906-1979)

Villanueva del Conde (Salamanca, España). Después de su ordenación sacerdotal, fue destinado a Jerez de los Caballeros como profesor de Filosofía y desde allí fue llamado por el Excmo. P. Nicolás González para continuar su docencia en el seminario de Banapá, en Guinea Ecuatorial. Este fue el motivo de su destino a aquella nación con sólo 25 años. Allí ejerció diferentes ministerios: director de internados, misionero expedicionario, superior de varias casas y principalmente profesor del seminario. Fue también Consultor de la Viceprovincia en dos mandatos. En 1957 fue designado Obispo Titular de Sinna y Vicario Apostólico de Fernando Póo. Al ser elevado el Vicariato a Diócesis en 1966, con el título de Santa Isabel, fue nombrado su primer obispo. Debido a los acontecimientos políticos, fue expulsado de Guinea Ecuatorial en 1971. Desde entonces residió en Salamanca hasta su muerte, dando ejemplo de sencillez, cordialidad y capacidad de sufrimiento.

Deseos de progreso

 

Deseoso de adelantar en los conocimientos de la fabricación, dije a mi padre que me llevara a Barcelona. Condescendiendo mi Padre, me llevó allá; yo mismo, como San Pablo, me ganaba con mis manos lo que necesitaba para comida, vestido, libros, maestros, etc. La primera cosa que hice fue presentar una solicitud a la Junta de la Casa Lonja para ser admitido en las clases de dibujo; lo conseguí y me aproveché algún tanto. Y, ¡quién lo había de decir que el dibujo que yo aprendía para la fabricación, Dios lo disponía para que sirviera para la Religión! Y, en efecto, mucho me ha servido para dibujar estampas del Catecismo y de asuntos místicos (Aut 56).

Además del dibujo, me puse a estudiar gramática castellana, y después la francesa, dirigiendo todos estos trabajos y estudios al objeto de adelantar en el comercio y en la fabricación” (Aut 57).

PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL

 

Claret ve la presencia de Dios que guía su vida por caminos a veces inesperados.

 

  • ¿Crees que ha habido en tu vida hechos o realidades impensables que ahora reconoces como providenciales?
  • ¿Qué aprendizajes te han sido más útiles en tu vida misionera? ¿En qué medida te ha servido en tu tarea evangelizadora?
  • ¿Por qué caminos imprevisibles te ha ido conduciendo el Espíritu de Jesús?

“La esperanza es una cosa buena, quizás la mayor cosa,
y una cosa buena nunca muere”

(Película Cadena perpetua).